
Vivendi ha ganado el primer gran asalto de la guerra abierta el año pasado para frenar la fusión de Mediaset con su filial española. Tras varios meses de periplo judicial en España, Italia y Holanda, la cadena de Silvio Berlusconi ha reconocido que no puede seguir adelante con la operación "tal y como fue aprobada" por falta de tiempo.
La decisión del Tribunal español de mantener la suspensión cautelar de la fusión hasta que haya sentencia, publicada el pasado 30 de julio, ha hecho imposible ejecutar la integración de ambas televisiones dentro del plazo previsto por la ley holandesa, que fijaba como fecha tope el 2 de octubre de 2020, por lo que va a replantear la operación con la mirada puesta en conseguir "los mismos objetivos industriales". En este punto, hay que recordar que la justicia de los Países Bajos también ha suspendido cautelarmente la fusión hasta que se conozca la decisión final. Según Mediaset, tendrá lugar el 1 de septiembre.
"El Consejo de Administración ha aceptado que el proyecto planificado, tal como fue deliberado el 7 de junio de 2019, ya no es posible debido a plazos técnicos"
"Dado que la decisión del tribunal español hace que sea imposible completar la operación dentro del plazo previsto (...), el Consejo de Administración ha aceptado que el proyecto planificado, tal como fue deliberado el 7 de junio de 2019, ya no es posible debido a plazos técnicos. Confirmando la validez industrial del plan MFE MediaForEurope, la Junta Directiva ha lanzado inmediatamente un estudio para la creación de un plan alternativo para lograr los mismos objetivos", anuncia Mediaset Italia en un comunicado publicado el miércoles por la tarde.
Un texto en el que recordó que la interrupción "es muy perjudicial y es el fruto de la hostilidad de Vivendi". El grupo de la familia Bolloré denuncio la fusión alegando que perjudicaba a los pequeños accionistas ya que sólo perseguía dar más poder a la familia Berlusconi con menos votos. Es más, el auto del pasado mes de julio, el juez ratifica su decisión de mantener la suspensión cautelar porque, pese a que los cambios en la fusión aprobados el pasado 5 de febrero han solventado parte de las cláusulas anti-Vivendi, lo cierto es que se mantienen las acciones de lealtad que, a largo plazo, darán más poder al accionista mayoritario.
"La operación de fusión transfronteriza parece apuntar a un cuadro global en el que estas modificaciones estructurales parecen estar dirigidas simultáneamente a blindar el poder de Fininvest (accionista italiano) y a debilitar el de Vivendi, que quedará diluida en el plano de los derechos políticos y sin posibilidad alguna de ejercer unos elementales derechos como accionista", explicó el juez en el primer auto.
"La carta llega después de que ya no se pudiera cumplir con los plazos y sin las propuestas concretas necesarias"
Además de replantear la fusión, Mediaset ha recordado a Vivendi que tendrá que rendir ante la justicia por romper el contrato de compra de Premium en 2016 y lanzar una opa hostil contra la dueña de Telecinco y ha rechazado la propuesta de paz planteada por el grupo audiovisual francés por "llegar tarde" y ser insuficiente.
"El Consejo de Administración examinó la carta recibida de Vivendi en la que la empresa anuncia, reconociendo el mérito industrial del proyecto MFE, su disposición a apoyar los planes de desarrollo internacional de Mediaset, un anuncio que llega después de que ya no se pudiera cumplir con los plazos y sin las propuestas concretas necesarias", informó la cadena de televisión, que exige al grupo francés que se siente en una mesa de negociación con la intención de trabajar para aumentar el valor de la compañía, buscar nuevos desarrollos para la industria y que reconozca el "daño irreparable" que ha causado a la Mediaset.